Parte importante de la salida de Adolfo Zaldívar de la DC y de Fernando Flores del PPD tuvo como telón de fondo de la denuncia de corrupción dentro de sus respectivos partidos. Zaldívar se fue diciendo que lo sancionaban "…por alzar la voz ante el escándalo de Ferrocarriles que afecta a millones de chilenos…" y denunciar "la corrupción que… la directiva del partido (DC) calla…" La suspensión de la militancia de Luis Ajenjo, ex presidente del directorio de la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE), luego de que el Consejo de Defensa del Estado se querellara en su contra por malversación de caudales públicos, parece un eco de la afirmación del senador. Primero, por la extrema lentitud de la reacción del Tribunal Supremo DC -que tardó meses en comprobar la membresía partidaria de Ajenjo, llegándose al extremo de decir que no era militante, por no haberse "refichado"-, pese a que el problema tiene más de un año de notoriedad pública, incluida una comisión investigadora de la Cámara de Diputados.
En segundo lugar, porque el caso toca el corazón político y familiar de la actual presidenta DC. Ajenjo es concuñado de Soledad Alvear. La relación familiar–influencia política vuelve a rondar la imagen de la administración de Ricardo Lagos, quien nombró a Ajenjo al frente de EFE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario