martes, 26 de febrero de 2008

Corrupción de la Educación

Senador Zaldívar pide entregar toda la información en irregularidades de Educación

La forma como altas autoridades administrativas y figuras políticas involucradas tangencialmente, han reaccionado ante las irregularidades detectadas en el sector Educación, nos dan la razón en cuanto a que ha existido permisividad, cuando no pasividad, frente a hechos de corrupción, en lo que en su minuto denomine una asociación política ilícita del partido transversal de la Concertación, ante prácticas indebidas que salpican a diversas empresas y organismos del Estado.

Hechos que fueron determinantes para condicionar mi actuación y proceder político, con todas las consecuencias ya conocidas y que no es el del caso reiterar ahora.

Lo grave de lo ocurrido en el Ministerio de Educación es que deja en evidencia que ésta área, tan sensible y determinante para el progreso y desarrollo del país, herramienta única para corregir la mala distribución del ingreso y hacer progresar a millones de chilenos que viven en la pobreza o en la angustiosa situación de nuestra clase media, ha sido saqueada para servir intereses personales o de otra índole que esperamos se conozcan plenamente.

En tal sentido demandamos que el gobierno entregue los listados de todos los colegios, con la identificación efectiva de sus dueños, que se han visto involucrados en las malas prácticas detectadas, a lo largo de todo el país.

Además sería de la máxima utilidad y con el afán de ventilar el sistema que se conozcan los nombres de todos los dirigentes políticos, de todos los niveles y de todo el espectro, que tengan intereses directos o indirectos en el sistema educacional subvencionado chileno, desde la enseñanza pre-escolar a la técnica y universitaria.

Ante una consulta sobre si el suscrito tenía antecedentes de esta situación, puedo señalar que en su oportunidad respaldamos al ex ministro Zilic, quien ordenó hacer una auditoria ante la gravedad de los hechos que encontró al asumir. Y que, en conocimiento de la denuncia del auditor ministerial Hernán Ortiz, y careciendo ya del control partidario cuando le piden la renuncia, sugerimos que haga uso de todas las instancias, políticas y administrativas, más allá de partidos o coaliciones, para denunciar y hacer público los antecedentes.

Las prácticas de encubrimiento para este tipo de hechos, que realiza el partido transversal, han ido perdiendo eficiencia y eficacia en la medida que más personas se atreven a desafiarlos. En esa tarea podemos colaborar todos quienes creemos que los corruptos en la administración pública – y sus encubridores- son los menos, pero que deben ser erradicados a cualquier precio porque los grandes perjudicados con estos robos y malas prácticas son los sectores más desvalidos de nuestra sociedad.

Adolfo Zaldívar Larraín



Febrero 22 de febrero de 2008.-

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